Nueva Zelanda, más conocido por los maoríes como Aotearoa, es uno de los países más conocidos y el segundo más grande de toda Oceanía. Mucha gente decide realizar un viaje hasta el lugar por los famosos enclaves naturales y los fiordos que podemos encontrar en su zona más meridional, pero a veces olvidan que también existe una isla al norte que ofrece recursos inigualables.
Acompáñame y te contaré cómo recorrer las zonas más importantes de los 113.729km² que componen este mágico lugar. ¿Cómo? Con la ayuda de un par de billetes de avión y un coche de alquiler. Aunque es posible que los billetes se terminen convirtiendo en uno solo. Puede que te enamores tanto del lugar que no consideres la posibilidad de volver.
¿Te atreves a hacer un viaje por ella?
Acompáñame y te contaré cómo recorrer las zonas más importantes de los 113.729km² que componen este mágico lugar. ¿Cómo? Con la ayuda de un par de billetes de avión y un coche de alquiler. Aunque es posible que los billetes se terminen convirtiendo en uno solo. Puede que te enamores tanto del lugar que no consideres la posibilidad de volver.
¿Empezamos?
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Auckland
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Nuestro viaje empieza en Auckland, una de las ciudades más pobladas y diversas de toda Aotearoa y conocida como la Ciudad de las Velas por la cantidad de veleros que se suelen ver en su costa. Es aquí donde se encuentra el aeropuerto al que llegarás y en el que tendrás disponible tu coche de alquiler para moverte libremente.
En ella podremos ver un sin fin de culturas conviviendo en armonía y visitar rincones de la ciudad tan impresionantes como la Sky Tower, una torre de 328 metros de altura que alberga en su interior bares, restaurantes galardonados, hoteles y hasta el famoso SKYCITY Casino, convirtiéndose en uno de los principales atractivos turísticos.
Pero esta torre no es solo un lugar para tomar algo, sino que cuenta con dos atracciones propias que te darán un enorme subidón de adrenalina: Skyjump y Skywalk. Por la primera, descenderás 128 metros de altura en caída libre hasta llegar al suelo de forma suave, solos el viento, la gravedad y tú; en la segunda, un recorrido alrededor del pináculo de la torre con la única protección de un arnés y por una pasarela sin barandillas que te dejará ver un espectacular paisaje a 82 kilómetros a la redonda. Experiencias únicas que solo podrías vivir en una ciudad con tanto que ofrecer como esta.
En ella podremos ver un sin fin de culturas conviviendo en armonía y visitar rincones de la ciudad tan impresionantes como la Sky Tower, una torre de 328 metros de altura que alberga en su interior bares, restaurantes galardonados, hoteles y hasta el famoso SKYCITY Casino, convirtiéndose en uno de los principales atractivos turísticos.
Pero esta torre no es solo un lugar para tomar algo, sino que cuenta con dos atracciones propias que te darán un enorme subidón de adrenalina: Skyjump y Skywalk. Por la primera, descenderás 128 metros de altura en caída libre hasta llegar al suelo de forma suave, solos el viento, la gravedad y tú; en la segunda, un recorrido alrededor del pináculo de la torre con la única protección de un arnés y por una pasarela sin barandillas que te dejará ver un espectacular paisaje a 82 kilómetros a la redonda. Experiencias únicas que solo podrías vivir en una ciudad con tanto que ofrecer como esta.
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Waiheke Island
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A tan solo cuarenta minutos en ferry encontramos nuestra segunda parada, la Isla Waiheke, un lugar ideal tanto para excursionistas como para los que van buscando disfrutar de un día de playas, calas y tiendas exclusivas.
Después de pasar la mañana en Auckland, ¿qué mejor que venirte a una playa paradisíaca el resto de la tarde? ¿O un paseo por naturaleza pura y salvaje? Esta isla ofrece una enorme variedad de emplazamientos de restauración y ocio en los que podrás relajarte. Sus playas de arena blanca (Onetangi, Oneroa y Palm Beach), junto al golfo de Hauraki, son una opción ideal si quieres pasar un día de picnic, de paseo o, para los más atrevidos, rutas en kayak que te dejarán sin aliento.
Si tu idea de turismo va más por el lado de la aventura, sus innumerables senderos a través de un frondoso bosque nativo y altos acantilados te llevarán hasta el Stony Batter, una ruta que conduce hasta un sistema de emplazamiento de armas y túneles subterráneos de la Segunda Guerra Mundial, pero recuerda llevar tu linterna, ya que no disponen de luz artificial para caminar por ellos.
Acabadas las visitas, mereces un descanso, ¿por qué no te alojas en uno de los casi doscientos alojamientos de los que dispone la isla? Entre hoteles y apartamentos llegan a contarse alrededor de 156 lugares donde poder descansar dentro de este paraíso.
Con las pilas cargadas, es hora de volver a Auckland para recuperar el coche de alquiler y dirigirte a la siguiente parada: Cathedral Cove, una ensenada ubicada en la península de Coromandel. Este lugar paradisíaco es accesible gracias a un sendero peatonal que comienza en la playa Hahei, siendo el final de este el acantilado por el que se desciende hasta la ensenada.
Es allí donde encontraremos esta maravillosa arcada que une la ensenada por la que entramos con otra que contiene algo muy especial: el pináculo Te Hoho. Esta roca de piedra pómez ha sido el fruto de siglos y siglos de erosión por el viento y el agua, dando al espectador la sensación de que puede caer en cualquier momento. Su forma es asociada con la de la proa de un enorme barco que se abre paso hacia la playa.
Esta zona es famosa también por el buceo de superficie, dónde la reserva marina Cathedral Cove te dejará ver impresionantes jardines de esponjas, arrecifes y vida marina muy variada.
Después de pasar la mañana en Auckland, ¿qué mejor que venirte a una playa paradisíaca el resto de la tarde? ¿O un paseo por naturaleza pura y salvaje? Esta isla ofrece una enorme variedad de emplazamientos de restauración y ocio en los que podrás relajarte. Sus playas de arena blanca (Onetangi, Oneroa y Palm Beach), junto al golfo de Hauraki, son una opción ideal si quieres pasar un día de picnic, de paseo o, para los más atrevidos, rutas en kayak que te dejarán sin aliento.
Si tu idea de turismo va más por el lado de la aventura, sus innumerables senderos a través de un frondoso bosque nativo y altos acantilados te llevarán hasta el Stony Batter, una ruta que conduce hasta un sistema de emplazamiento de armas y túneles subterráneos de la Segunda Guerra Mundial, pero recuerda llevar tu linterna, ya que no disponen de luz artificial para caminar por ellos.
Acabadas las visitas, mereces un descanso, ¿por qué no te alojas en uno de los casi doscientos alojamientos de los que dispone la isla? Entre hoteles y apartamentos llegan a contarse alrededor de 156 lugares donde poder descansar dentro de este paraíso.
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Cathedral Cove
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Con las pilas cargadas, es hora de volver a Auckland para recuperar el coche de alquiler y dirigirte a la siguiente parada: Cathedral Cove, una ensenada ubicada en la península de Coromandel. Este lugar paradisíaco es accesible gracias a un sendero peatonal que comienza en la playa Hahei, siendo el final de este el acantilado por el que se desciende hasta la ensenada.
Es allí donde encontraremos esta maravillosa arcada que une la ensenada por la que entramos con otra que contiene algo muy especial: el pináculo Te Hoho. Esta roca de piedra pómez ha sido el fruto de siglos y siglos de erosión por el viento y el agua, dando al espectador la sensación de que puede caer en cualquier momento. Su forma es asociada con la de la proa de un enorme barco que se abre paso hacia la playa.
Esta zona es famosa también por el buceo de superficie, dónde la reserva marina Cathedral Cove te dejará ver impresionantes jardines de esponjas, arrecifes y vida marina muy variada.
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Hobbiton
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Tras una mañana disfrutando de todo lo que el Océano Pacífico nos ofrece, emprendemos camino a la siguiente parada. La Tierra Media te está esperando, ávida de energía, para enseñarte las maravillas que encontrarás en este pequeño rincón del mundo alejado de todo.
Hobbiton, a treinta minutos de Matamata, es el set que se utilizó para grabar diferentes escenas de la aclamada saga de Tolkien El señor de los anillos y El Hobbit.
Hobbiton, a treinta minutos de Matamata, es el set que se utilizó para grabar diferentes escenas de la aclamada saga de Tolkien El señor de los anillos y El Hobbit.
Gracias a una ruta guiada, podrás disfrutar de una tarde encantadora
paseando por los cuarenta y cuatro agujeros hobbit de los que dispone el
lugar (incluido Bolsón Cerrado, hogar de Bilbo Bolsón), el Pub Green
Dragon, el puente de arco doble y el famoso Árbol de la Fiesta.
Además, disfrutarás de una cena en el mencionado pub con decoración de la película y festejando con los demás turistas que hayan ido ese día a hacer la visita. Interactuaréis y probaréis manjares únicos, como una cerveza que realizan, de forma exclusiva, en esta taberna. Un must dentro de este viaje.
A una hora de Hobbiton tenemos Rotorua, una ciudad en la que puedes pasar la noche después del banquete de la Tierra Media. A la mañana siguiente, descansados y con ganas de seguir con el viaje a tiempos remotos, no adentraremos en la cultura Maorí, el pueblo indígena que viajó desde Hawaiki y pobló Nueva Zelanda por primera vez. Después de más de mil años en ella, el Te Reo Māori (idioma de los maoríes) inunda sus calles, así que comienza tu visita diciendo kia ora, el saludo maorí más extendido.
Además, disfrutarás de una cena en el mencionado pub con decoración de la película y festejando con los demás turistas que hayan ido ese día a hacer la visita. Interactuaréis y probaréis manjares únicos, como una cerveza que realizan, de forma exclusiva, en esta taberna. Un must dentro de este viaje.
₪₪➽➽₪₪➽➽₪₪➽➽₪₪➽➽ DÍA 3 ₪₪➽➽₪₪➽➽₪₪➽➽₪₪➽➽
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Rotorua
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A una hora de Hobbiton tenemos Rotorua, una ciudad en la que puedes pasar la noche después del banquete de la Tierra Media. A la mañana siguiente, descansados y con ganas de seguir con el viaje a tiempos remotos, no adentraremos en la cultura Maorí, el pueblo indígena que viajó desde Hawaiki y pobló Nueva Zelanda por primera vez. Después de más de mil años en ella, el Te Reo Māori (idioma de los maoríes) inunda sus calles, así que comienza tu visita diciendo kia ora, el saludo maorí más extendido.
En Rotorua podrás ver espectáculos en los que te enseñarán elementos típicos de su cultura, como el Haka, la danza de guerra maorí que podéis ver en el vídeo que está sobre estas líneas, el Kapa Haka, las artes escénicas maoríes, o el Pōwhiri, el ritual de bienvenida que les hacen a los extranjeros en el corazón mismo de la comunidad. Todo ello podrá disfrutarse en Whakarewarewa, el poblado "viviente" Maorí que existen en Rotorua junto con un museo interactivo y el pueblo histórico Ohinemutu Village, un lugar lleno del arte maorí y una iglesia de estilo Tudor.
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Taupo
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Si crees que no has tenido suficiente por hoy, puedes hacer un viaje de una hora hasta llegar al lago Taupo, lugar en el que se encuentran dos figuras talladas de gran valor para los neozelandeses. Estas fueron talladas por Matahi Whakataka-Brightwell, maestro tallador, en la década de los 70. Se trata de tres figuras: el retrato de Ngatoroirangi, un navegante maorí que llevó a las tribus de Tuwharetoa y Te Arawa hasta el lago Taupo, de diez metros de altura; una figura que describe el viento del sur, más pequeña que la anterior, y otra con una figura de una sirena, también más pequeña.
La forma de llegar hasta la bahía es con un paseo en barco que puedes conseguir en la propia ciudad de Taupo, pero es recomendable acercarse en kayak hasta las rocas para poder visualizarlas en todo su esplendor. Un paseo que no te dejará indiferente.
Pero no es esa la única actividad que puedes disfrutar en este lago, cuyo tamaño es similar al de Singapur. Se pueden realizar actividades típicas de montaña como senderismo o ciclismo, además de poder visitar las cataratas Huka, donde disfrutar del fenómeno de energía hidroeléctrica natural con más de 220.000 litros de agua por segundo, y de las termas y cuevas de Orakei Korako. Un lugar perfecto en el que descansar hasta la siguiente aventura.
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Wellington
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Pero, quizás, lo que resulta más interesante es el museo nacional de Nueva Zelanda, más conocido por Te Papa Tongarewa Museum. Además de una amplísima exposición sobre la cultura maorí, que incluye una réplica de la embarcación que usaron para llegar hasta la isla, y la exposición sobre El Hobbit, lo más importante de este museo es su zona interactiva, donde tanto grandes como pequeños podrán disfrutar de varias sesiones de aprendizaje donde expertos del museo les explicarán lo que ocurre cuando hacen reaccionar varias sustancias químicas o la importancia de mantener nuestros océanos (además, y como curiosidad, hasta hace unos años trabajaba allí un guía español que te enseñaba qué ocurre cuando el nitrógeno líquido entra en contacto con el cálido ambiente de Wellington).
Si pinchas AQUÍ podrás ver una parte de su colección de manera online, además de encontrar las visitas guiadas disponibles y cómo planificar tu visita para que sea lo más satisfactoria posible. Además, en su canal de YouTube (el vídeo de abajo es de este canal, así que podéis pinchar sobre el título para que os lleve hasta el canal) encontrarás varios vídeos muy interesantes titulados Tales from Te Papa donde varios expertos te comentan curiosidades sobre varias piezas de la colección y sus historias.
Para terminar con tu visita, siempre puedes no terminarla. Suena raro, pero deja que te explique: existe una ruta vinícola de cinco días que puedes hacer en tu vehículo de alquiler. Si eres amante del vino y quieres probar la gran cantidad de variedades que tienen en este país, te recomiendo que visites la web de la ruta, cuyo enlace te dejo justo AQUÍ, y que compruebes si merece la pena alargar unos días más tu visita. Aunque, a estas alturas, quizás quieras alargarla como para no volver. Si ese no es el caso, Wellington posee un aeropuerto internacional del que obtener el billete de vuelta.
₪₪➽➽₪₪➽➽₪₪➽➽ RECOMENDACIONES ↹۞↹۞↹۞↹۞↹۞↹۞
Para conducir en Nueva Zelanad
No quiero despedirme sin comentarte antes varios puntos a tener en cuenta si quieres conducir por Nueva Zelanda.
- Se conduce por el lado izquierdo, así que los coches tienen el asiento del conductor en el lado derecho.
- Esto quiere decir que debes estar aún más alerta. La diferencia en la dirección y el no conocer bien el lugar puede jugarte malas pasadas.
- Hay caminos que pueden ser sinuosos, estrechos o cubiertos de terreno montañoso. Hay pocas autopistas fuera de las ciudades principales y casi todas las carreteras son de un solo carril, así que no se puede conducir con prisa.
- Ten presente que en los mapas de papel se malinterpretan las distancias. Asegúrate de utilizar un navegador que controle bien el tiempo de conducción o de preguntar a los nativos. Puede que te sirva para hacer algún que otro amigo y llegarás sin problemas a tu destino.
- El clima. Este país es especialista en experimentar las cuatro estaciones en un mismo día, así que puedes amanecer con un frío de mil demonios y terminar la noche acalorado, por lo que te recomiendo encarecidamente que consultes el pronóstico meteorológico.
- No todos los cruces ferroviarios tienen alarmas automáticas, algunos solo tienen la señal de cruce ferroviario, alto o ceda el paso, así que extrema las precauciones cada vez que veas una de estas señales.
- Las señales están medidas en kilómetros.
- Es ilegal adelantar a los coches cuando hay línea amarilla en lugar de blanca. Esta línea amarilla indica el peligro de adelantar en esa zona.
- Si tienes una licencia de conducir vigente en tu país de origen y la llevas contigo en todo momento, se te permite conducir de forma legal siempre que sea en un periodo inferior a 12 meses, per debe estar traducida completamente al inglés para que te den el visto bueno.
- La edad legal para poder alquilar un coche es de 21 años.
- Si aún así crees que necesitas saber más sobre cómo conducir en Nueva Zelanda, AQUÍ te dejo la web de tráfico para que puedas informarte mejor.
Mapa de la ruta
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